El ser humano… ¿por qué delinque? ¿qué le lleva a realizar conductas criminales? Si tuvieses oportunidad de robar un objeto deseado, sin riesgo de ser descubierto… ¿lo harías? Comprueba lo que dice la criminología sobre este tema…
Las teorías criminológicas relacionadas con el delito como elección racional y la oportunidad delictiva, explican que la conducta delictiva se realiza o no según el balance de beneficios/costes presentes. Aunque ambos grupos de teorías se basan en el mismo principio del balance de beneficios/costes, se diferencian en lo siguiente: Las teorías de la elección racional se centran más en la decisión voluntaria de delinquir, mientras que las de la oportunidad se centran más en las situaciones ambientales que estimulan a delinquir.
Es totalmente recomendable leer ambas entradas para comprender las diferencias.
TEORÍA DE ELECCIÓN RACIONAL
(La Teoría del delito como elección racional)
Podemos resumir la teoría del delito como elección racional (Q. Wilson y R. Herrnstein) en un principio que todos conocemos, y es que todos nosotros, como seres humanos, nos encontramos en más de una ocasión ante el dilema de si ser «buenos» o «malos«, de si actuar «bien» o «mal«… y estas teorías explican que finalmente nos decantamos por un lado o por otro según cuales sean los beneficios que podemos conseguir al ser «malos» y cuales son los riesgos que corremos si finalmente actuamos así. Debemos de partir de la idea de que los autores de la teoría del delito como elección racional no consideran que la acción delictiva sea una reacción frente a la frustración, o sea debido a influencias sociales únicamente, sino que es debido (al menos principalmente) a una elección racional. De todos modos, vamos a profundizar más (eso si, de forma general) sobre ese proceso de elección racional.
En estas teorías se defiende que muchas personas desarrollan una «mentalidad criminal» al valorar si podrían beneficiarse de situaciones ilegales. Por poner un ejemplo, Clarke y Cornish publicaron en 1985 un «modelo de inicio de conducta delictiva» referente a los robos, en los que explicaban todo el proceso que se desarrolla y todos los aspectos influyentes desde el inicio hasta la decisión de robar. Entre ellos está:
- Los factores antecedentes como la educación recibida, el temperamento, la clase social, etc.
- La existencia o no de experiencia delictiva previa
- La valoración de opciones, según el grado de esfuerzo, la inmediatez de la recompensa, la severidad del posible castigo…
- La complicación, la facilidad de la oportunidad, la urgencia de la necesidad…
- La disponibilidad para cometer los robos.
Comprenderemos mejor este modelo con un ejemplo. Supongamos que un sujeto socialmente correcto, responsable, necesita dinero urgentemente. No tiene factores antecedentes conflictivos. El sujeto encuentra 2 posibilidades para obtener su necesidad de dinero: Trabajar en un negocio que le han ofrecido, con un bajo salario, cobrando dentro de un mes, o robar. En ese momento, esa persona desesperada por conseguir dinero, encuentra la posibilidad de robar un bolso que se encuentra en un banco del parque, y que intuye que realmente guarda una alta cantidad de dinero.
Si este sujeto ha tenido una experiencia delictiva previa de robos en los que ha conseguido su objetivo, esto le servirá para reforzar la idea de robar. Pero, aun suponiendo que no haya tenido experiencias delictivas, en este punto, este sujeto valorará opciones. ¿Qué debe de hacer ante una necesidad extrema de dinero? ¿trabajar o robar? Lo decidirá respondiendo a este tipo de cuestiones:
¿cual le va a proporcionar el dinero antes, y cual le va a proporcionar mayor cantidad? (recompensa)
¿cual es el grado de esfuerzo necesario? ¿la oportunidad de robar es fácil? (facilidad)
¿cual es el peor castigo que puedo recibir? ¿realmente la necesidad de dinero es urgente? (valoración de riesgo).
En este caso, la elección racional muestra que existe una gran posibilidad de que el sujeto decida robar. Pongo este ejemplo para que el lector pueda comprobar que la elección racional no es una idea única, en la que «el delincuente de siempre robará, y el ciudadano formal no«. De hecho, podría haber puesto un ejemplo contrario. Un toxicómano que no esté pasando una necesidad urgente de dinero, ante una oportunidad de robo, se detendrá a pensar si realmente merece la pena el esfuerzo y riesgo en ese momento, y es posible que ante un riesgo elevado prefiera ganar el dinero realizando alguna actividad legal.
Así lo explicaron Cornish y Clarke en el modelo expuesto arriba, haciendo especial énfasis en que la conducta delictiva es intencional y racional, influenciada por las necesidades y deseos, y que la toma de decisión es específica para cada delito, no se trata de delincuencia general, cada delito tiene su propósito y su posible beneficio.
¿Como prevenirlo?
Conociendo pues el funcionamiento de la elección racional, podemos pensar en formas de prevenirlo. Está claro que cuanto mayor sea la recompensa (material y no material) de las actividades no delictivas, y menores sean las recompensas (materiales y no materiales) de las actividades delictivas, menor será la tendencia a cometer delitos. Y pensándolo un poco, esas «recompensas delictivas» no responden solo al valor material, sino como hemos visto antes, responde a 2 principios: El de inmediatez (¿en cuánto tiempo puedo conseguirlo?) y el de certeza (¿tengo seguridad de conseguirlo?). Por tanto, a la hora de comprender los factores que influyen en la elección racional, podríamos resumirlos, de forma muy general, en la valoración que haga el sujeto de: Las ganancias/pérdidas que se esperan, su inmediatez o no, y su certeza o incerteza.
De acuerdo con todo lo dicho, y entendiendo la dificultad de «disminuir la inmediatez» de los delitos (siempre será más rápido robar un coche que ahorrar para comprarlo…), hay que enfocar el problema de otro modo: la reducción de la inmediatez y el aumento de la certeza de recompensas de las actividades no delictivas reducirá el comportamiento delictivo (junto con otros muchos factores, por supuesto, como los factores prosociales, vigilancia, etc).
Cornish y Clarke tuvieron en cuenta todo esto para desarrollar 25 técnicas de la prevención situacional del delito, que podéis consultar (y comprenderéis perfectamente tras leer todo lo anterior) en esta imagen con ejemplos incluidos.
25 técnicas de la prevención situacional del delito.
Fuente: http://crimina.es/crimipedia/topics/teoria-de-la-eleccion-racional-de-cornish-y-clarke/
Tal vez pienses que la delincuencia no siempre responde a elecciones racionales. O que la elección racional puede fallar y cometerse igualmente el delito aun cuando se aumenta el riesgo y se reducen las ganancias. Con este artículo no busco ni mucho menos decirte que estás confundido y que ésta teoría guarda la verdad absoluta. Ten en cuenta, siempre que leas teorías criminológicas, que en cada momento estás leyendo «una de muchas», y que no se trata de buscar la exacta, sino de conocerlas todas para así poder conocer y entender mucho mejor todo lo relacionado con los delitos.
No olvides echar un vistazo a la entrada sobre el crimen como oportunidad delictiva [enlace no disponible], la cual recoge teorías similares a la elección racional, pero enfocadas hacia las posibilidades delictivas que nos rodean y nos «incitan» a cometer delitos.