Este entrañable abuelo de rostro demacrado y cuerpo fatigado escondía una personalidad digna de estudio: canibalismo, sadismo, masoquismo, exhibicionismo, pedofilia, homosexualidad, coprofagia, hiperhedonismo… Estudiamos su atormentada vida desde su infancia en esta entrada.
ALBERT FISH
Albert Fish (El “Abuelo Asesino”) nacido en 1870 en EEUU y fallecido en la silla eléctrica en 1936, fue un asesino en serie canibal de EEUU digno de estudio, y sin embargo relativamente desconocido, salvo por las referencias hacia él como “El vampiro de Brooklyn”.
Entorno familiar:
Albert Fish nació en un entorno rodeado de perturbaciones mentales:
- Su madre sufría alucinaciones y escuchaba voces por la calle.
- Dos de sus tios fueron internados y murieron en psiquiátricos, uno de ellos sufriendo una fuerte mania religiosa.
- Uno de sus hermanos murió de hidrocefalia.
- Otro de sus hermanos, alcoholico dedicado a contar sus supuestas vivencias con una tribu de caníbales con los que compartió “gastronomía”.
- Su tercera hermana sufría demencia.
A los 5 años muere su padre (43 años mayor que su madre) de un infarto en la Estación de Pennsylvania, dejando a la familia con graves problemas económicos, que provoca que su madre le envie al orfanato de San Juan al no poder hacerse cargo de él.
En el orfanato fue azotado y golpeado con frecuencia, recibió todo tipo de vejaciones y castigos físicos y sexuales tanto por los cuidadores como por sus propios compañeros. Con el tiempo descubre que disfruta recibiendo dolor físico y humillaciones, llegando a sentir orgasmos con ellos. Poco a poco su mente fue forjando una enorme afición por el castigo propio.
Al cumplir los 9 años, su madre consigue un empleo estable y se ve capaz de volver a cuidar de su hijo, por lo que Albert vuelve a su hogar con su madre, eso si, con cierta inestabilidad mental por todo lo vivido en el orfanato.
Durante estos años toma una nueva afición: coleccionar casos y recortes de asesinos en serie y especialmente de casos de canibalismo, con lo que cada vez se siente más identificado aun sin haberlo practicado. Se conoce además que durante estos años sufre una fuerte caida desde un árbol que le ocasiona lesiones mentales tales como tartamudez y vértigos frecuentes.
A la edad de 12 años, comienza a mantener relaciones homosexuales con el hijo de un telegrafista. Descubre además un nuevo placer sexual practicando la coprofagia y urofagia (comer heces y orina), práctica que posiblemente descubriese a través de su nueva pareja sentimental, quien en más de una ocasión le animó y ayudó a practicar la castración con una navaja de afeitar a niños de raza negra en las zonas más desprotegidas y marginales de la población.
Vida adulta
A los 20 años decide marcharse a Washington en donde su vida se basa en realizar todo tipo de delitos; desde falsificaciones de cheques, robos y estafas, hasta prostitución homosexual, exhibicionismo y violaciones a menores.
En esa época además comienza a sufrir alucinaciones de tipo religioso y vive obsesionado con la idea del pecado, creyendo que la única forma posible de salvación es a través del sacrificio personal y el dolor.
El mismo se inflige castigos masoquistas llegando a unos extremos enfermizos, con acciones tales como insertarse él mismo agujas en los testículos, frotar su cuerpo desnudo con rosas con espinas, e incluso prender fuego a bolas de algodón introducidas directamente por el ano.
Los crímenes realizados no quedan ahí, y lejos de controlarse debido a las detenciones, aumenta su crueldad realizando violaciones a una gran multitud de niños, la mayoría niños de raza negra.
Inexplicablemente y a pesar de su historial delictivo y su personalidad, Albert contrae matrimonio con una mujer nueve años menor que él, e incluso tiene seis hijos. Fue un matrimonio concertado por su madre, en un intento desesperado de que Albert sentara la cabeza. Con esta trayectoria, y como es de esperar, no sentó la cabeza para nada: Durante los siguientes años sigue abusando sexualmente de niños menores de seis años de edad, mantiene esporádicamente relaciones homosexuales y acude a prostíbulos para conseguir placer a base de ser azotado y golpeado. Pasó una temporada en prisión en donde mantuvo relaciones homosexuales con varios hombres.
Es en 1917 donde pierde, aun más, la cabeza, tras ser abandonado por su mujer y sus 6 hijos. A partir de este año, Albert empieza a escuchar voces (en ocasiones afirmaba ser Jesucristo y que San Juan y Dios le decían que debía realizar sacrificios; otras veces comentaba que le hablaba San Juan Apostol).
Asesinatos de Albert Fish ( El Vampiro de Brooklyn )
Grace Budd
En 1928 consigue realizar su primer asesinado a Grace Budd, una niña de 10 años, y lo consigue a través de un engaño. La familia Budd coloca un anuncio buscando empleo. Albert Fish se presenta en la casa de la familia, donde conoce a Grace Budd, niña de 10 años. Se hace pasar por granjero y promete un trabajo a Edward Budd, de tal modo que gana la confianza de la familia, hasta el punto de conseguir convencer a los padres de Grace para que esta pequeña acompañe a Albert Fish a una “fiesta de cumpleaños en casa de su hermana”. Los padres accedieron… y no volvieron a ver a su hija.
Albert Fish fue capturado por la policía el 13 Diciembre de 1935 (7 años después) que lo logra a través de una carta de Fish enviada a la madre de Grace Budd, en dónde le cuenta sus aficiones por el canibalismo y cómo se decidió a probar carne humana por primera vez con el cuerpo de su hija.
La carta es la siguiente:
Querida señora Budd: En 1894 un amigo mío se embarcó como ayudante de cubierta en el vapor Tacoma siendo el capitán John Davis. Navegaron de San Francisco a Hong Kong en la China. Al llegar allá, él y otros dos marineros desembarcaron y se fueron a emborrachar. Al regresar a puerto, el barco se había ido. En ese tiempo China padecía una hambruna, cualquier tipo de carne costaba de 1 a 3 dólares la libra. Tanto era el sufrimiento de los pobres, que los niños menores de doce años eran vendidos como comida con el propósito de que los demás no murieran de hambre. Un niño o niña menor de catorce años no estaba seguro en las calles. Uno podía ir a una tienda y pedir carne, costillas o bisteces y al mostrador era traída alguna parte desnuda del cuerpo de un niño para que uno eligiera lo que más deseara. El trasero de niño o niña, que es la parte más deliciosa del cuerpo, era vendida como un corte fino a un precio alto. John permaneció en aquella tierra por mucho tiempo al grado de tomarle gusto a la carne humana. A su regreso a Nueva York se robó dos niños de siete y once años. Los llevó a su casa, donde los desnudó y amarró en un closet. Quemó todo lo que traían puesto. Varias veces durante los días y las noches los apaleó y torturó, con el objetivo de que la carne quedara buena y tierna. El primero en morir fue el niño de once años, puesto que tenía el trasero más grande de los dos: es decir, tenía la mayor cantidad de carne. Cada parte de su cuerpo fue guisada y comida, excepto la cabeza, los huesos y las vísceras. Todo él fue hervido, frito y guisado. El niño pequeño fue el siguiente y pasó por el mismo proceso. Por ese tiempo yo vivía en la 409 y la 100, muy cerca, por la parte derecha. Tan seguido me decía lo buena que era la carne humana, que me hice a la idea de que debía probarla también.
El domingo 3 de junio de 1928 toqué a su puerta en la 406 oeste y la calle 15. Llevaba queso y fresas, tomamos el almuerzo. Grace se sentó en mi regazo y me besó. Me propuse comerla. Bajo el engaño de llevarla a una fiesta le pedí le diera permiso, a lo que usted accedió. La conduje a una casa vacía que había elegido con anterioridad en Westchester. Cuando llegamos, le pedí que permaneciera afuera. Mientras ella recogía flores, subí las escaleras y me desnudé. Sabía que si no lo hacía de ese modo, podría manchar la ropa de sangre. Cuando todo estuvo listo fui a la ventana y la llamé. Me escondí en el closet hasta que estuvo en el cuarto. Al verme desnudo, comenzó a llorar y trató de escapar por las escaleras. La sujeté y ella dijo que le diría a su mamá. Primero la desnudé. ¡Cómo pataleó, arañó y me mordió! Pero la asfixié hasta matarla. Luego la corté en pequeños pedazos para poder llevar la carne a mi lugar. Guisé su rico y delicioso trasero. Me tardé nueve días en consumir todo su cuerpo. De haber querido hubiera tenido sexo con ella, pero no quise. Murió siendo virgen.
Mientras le estudiaba un psiquiatra, Fish confesó que se sentía obligado a torturar y matar niños, y que solía actuar siguiendo ordenes divinas de Dios, cuya voz oía frecuentemente. En cuanto al canibalismo, Fish contó que esos actos le provocaban un estado de éxtasis sexual muy amplio. Finalmente Alberto Fish admitió haber abusado de al menos 100 niños y haber asesinado otros 15.
Reconoció otros asesinatos a niños como el caso de Bill Gaffney, que se encontraba jugando en el pasillo afuera del apartamento de su familia en Brooklyn, donde fue la última vez que se le vió. El cuerpo de Gaffney nunca fue recuperado. La madre de Billy visitó a Fish en la correccional para tratar de obtener más detalles de la muerte de su hijo, allí Fish le comentó:
Me hice con varias herramientas y un buen látigo. De fabricación casera. Con el mango corto. Corté uno de mis cinturones por la mitad y rajé cada mitad en seis tiras de unos veinte centímetros de longitud. Flagelé su cuerpo desnudo hasta que le brotó sangre de las piernas. Le corté las orejas, la nariz, le rajé la boca de oreja a oreja. Le arranqué los ojos. Le clavé un cuchillo en el vientre y acerqué la boca a su cuerpo para beberme su sangre. Entonces murió. Reuní cuatro sacos de patatas viejos y metí en ellos un montón de piedras. Rajé al niño. Yo llevaba una bolsa de viaje. Introduje la nariz, las orejas y algunos pedazos de su vientre en la bolsa. Luego lo corté por la mitad. Más o menos por debajo del vientre. Después le corté las piernas, a unos cinco centímetros del trasero. Guardé ese trozo en la bolsa, envuelto en mucho papel.
Le corté la cabeza, los pies, los brazos, las manos y las piernas por debajo de la rodilla. Puse estas piezas en los sacos con las piedras, até los extremos y los lancé a las aguas cenagosas que se divisan desde la carretera que conduce a North Beach. Regresé a casa con mi carne. Tenía la parte delantera, la que más me atraía. Su pene, sus testículos y un poco de carne con grasa del trasero para hornearlos y comérmelos.
Hice un guiso con sus orejas, su nariz y algunas otras partes de su rostro y su vientre. Añadí cebollas, zanahorias, nabos, apio, sal y pimienta. Estaba delicioso. Luego rajé los dos glúteos, corté el pene y los testículos y los lavé. Puse varias tiras de tocino en cada glúteo y los introduje en el horno. A continuación pelé cuatro cebollas y, cuando la carne llevaba un cuarto de hora asándose, vertí media taza de agua para tener algo de salsa y añadí las cebollas. Golpeaba sus nalgas a intervalos frecuentes con una cuchara de madera. Para que la carne estuviera más tierna y jugosa.
SILLA ELÉCTRICA
Como comentábamos al principio, sus perversiones no se limitaban a otras personas ya que el también disfrutaba al infligirse dolor a si mismo. Uno de sus sistemas favoritos era clavarse agujas alrededor de los genitales.
Una radiografía descubrió un total de 29 agujas en el interior de su cuerpo (algunas con tanto tiempo que habían empezado a oxidarse).
Le condenaron a morir en la silla eléctrica y Fish reconoció sentirse excitado ante el último chispazo. Le ejecutaron el 16 de enero de 1936 al segundo intento (irónicamente la primera vez falló debido al cortocircuito que provocaron dichas agujas insertadas en el cuerpo).
CURIOSIDADES:
- Durante todo este tiempo, hubo otro asesino en serie que actuó en los mismos lugares que Albert Fish: Peter Kudzinowski (pincha en su nombre para leer el artículo).
- Existe una película basada en este asesino serial, aunque solo trata el tema del asesinato de Grace Budd: “THE GRAY MAN” del año 2007, dirigida por Scout L. Flynn
Fuentes consultadas: http://criminalminds.wikia.com/